Rompe el esquema y sorprende desde un inicio a cualquier persona


Para mí, en lo que respecta a las personas, considero que la mejor forma de conocerlos desde un principio, es a través de que me muestran su verdadera forma de ser, ce comportarse, de entender el mundo, de poner sobre las mesas sus principios, de aquellas que no tienen miedo a decir la verdad sin maquillarlas tanto, o por el simple hecho de que buscan proyectar un modelo de persona grata en todas sus expresiones.  Claramente, si este hubiera sido mi forma de pensar hace 3 años atrás, no me hubiese gustado conocerme a mí mismo, porque me había acostumbrado al estereotipo de decir las cosas bonitas que hago y he construido, no digo que este mal llenarme de rosas y colores bonitos para que las personas que me están conociendo puedan, de alguna forma, cautivarse por las experiencias que había logrado y lo exitoso que había sido; y ahora que lo menciono, me da un poco de vergüenza recordar lo narcisista que fui en ese entonces por querer expresar todo ello y restregarle en la cara de todos, pero ha debido ser por la propia edad en la que me encontraba y por las cosas excepcionales que me estaban sucediendo, para la edad en la que me encontraba, créanme que era mucho, hasta yo mismo me sorprendía de lo que pasaba a mi alrededor.

Menciono ello, porque ahora mismo cuando llego a conocer a una nueva persona, sea la situación en la que sea, debe de ser de forma tan distinta, e intrigante a lo que la mayoría estaba acostumbrado, para que de esa forma pueda captar mi atención y me pueda interesar lo que quiera decir; porque sino daré la media vuelta y continuaré con mis ideas; y ya existen pocas las personas que han logrado ello. 

Hace ya casi 2 años y un par de meses conocí a una gran amiga, cuando nos vimos por primera vez, empezamos a hablar de las consecuencias de graves a las que llegaríamos sino logramos actuar cuanto antes a la contaminación ambiental y el calentamiento global, empezamos a divagar sobre las posibles soluciones, algunas viables y algunas muy radicales; sin habernos tomado la molestia de preguntar por el nombre del otro, o a que se dedica o que hacía en un campamento para formar sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible; aquí hago un paréntesis, les comento algo pequeño sobre mí, soy un persona que se preocupa por el medio ambiente, no tan radical, pero considero que las personas debemos de ser mas conscientes de todo aquello que utilizamos y lo que podemos hacer con lo que ya no se puede utilizar, pero si reutilizar; y a eso le añado que me formé como un Facilitador de los ODS de la Agenda 2030, para aquellos que no lo sepan, son metas trazadas en conjunto con otras naciones pertenecientes a las Naciones Unidas que buscan de alguna forma la sostenibilidad de los recursos, la sociedad, el planeta y la misma especie humana. 

El detalle es que luego de haber hablado tanto con esta persona, empezamos a ir por otros temas que involucraban a la sociedad, la economía, lo ambiental, lo Académico; no había sentido antes esa gran conexión tan interesante con alguien nunca, y no me refiero a que pensábamos iguales, sino el afán por mostrar lo que habíamos logrado descubrir hasta ese entonces sobre algunas cuestiones inimaginables hasta de la propia ciencia, cada uno desde un punto, pero que era muy interesante, que simplemente lográbamos incorporar nuestra la posición del otro para poder entender y de alguna forma construir algo nuevo, descubrí hasta ese entonces que ella era bióloga y tenía experiencia en los campos de proyectos sociales en base a empoderamiento de las mujeres, dominaba el inglés y le encantaba aprender herramientas de la tecnología; yo por mi parte, un administrador egresado, amante del cosmo y con mi capacidad para poder comprender diversos temas de física cuántica, algo que podría decir que me emociona siempre ver alguna nueva postura o descubrimiento de estos temas mientras cocino o mientras simplemente me cepillo o tiendo la cama. 

Al fin logré saber su nombre, algo que no me apresuraba en saber, pero que valió la pena llegar a conocer, su nombre sin igual es Mahatma, un nombre sin igual en el común denominador de mi entorno cotidiano, que me cautivo; pero no de la forma sexual o emocional, sino más intelectual. Luego llegamos al punto de partida, el tour había culminado y necesitábamos regresar a casa cada quien, así que decidimos intercambiar número para seguir en contacto y conversar más sobre otros temas. Algo que no volvió a suceder, porque simplemente nos volvimos a meter en la rutina de la vida, y además no quería incomodar, creo que me mencionó que tenía novio o algo por el estilo; en fin, solo les comento que le acabo de enviar un mensaje, mientras escribía este blog; un mensaje conciso y claro, para que tampoco piense que busco algo más allá. Luego les cuento lo que me respondió. Igual si es necesario, le mencionaré sobre Julio César, solo si es necesario.

Pero cual es la razón de mencionar todo esto, con una introducción y una pequeña historia, es que fue de alguna forma que conocí así a Julio César. Luego de responder ese mensaje, decidimos continuar toda la conversación, me mencionó que me le llamé la atención cuando salí en el video y  su amiga le aclaro que yo era un gran amigo de su prima; algo que luego, me aclaró y me explicó que sucedió de otra forma, pero en fin, nada malo, al contrario, lo consideré adecuado que lo aclarará. 

Llegamos al CEBAF y ya habían que hacer los deberes, atender a las personas que ya nos estaban esperando y yo debía de acudir a una reunión de mesa de trabajo de última hora porque nos había reportado un ingreso considerable de personas desde el CEBAF de Ecuador, así que debíamos de alistar todas las medidas de contingencia, atención y disposición de recursos humanos y materiales. Un día algo complicado, pero manejable. Le escribí a Julio César para comentarle lo sucedido y que me disculpara sino respondía de forma inmediata a sus mensajes, es aquí cuando me ice que no me preocupe, que las mejores cosas se hacen esperar, solo logró sacarme otra sonrisa. 

Ya por la tarde, luego del almuerzo, le escribo a Julio César y a los pocos minutos el me llama por teléfono, mire a Victoria y Mónica, y les comenté lo que estaba pensando, me puse algo nerviosos y ellas solo empezaron a molestarme con un abucheo para mostrarme como me había puesto. Decidí responderle, escuchar su voz y al mismo tiempo que hablaba, me alejaba un poco más de la carpa y caminaba hacia atrás de las instalaciones del CEBAF. Él inició mencionando las cosas que había realizado durante el día y lo que esperaba hacer en las noche, luego le comenté como fue el mío y que es lo que normalmente haríamos en la noche al regresar a la ciudad de Tumbes, así es como inició nuestro lazo de conversación. Hoy, mientras escribo todo esto, me acabo de recordar y sonrío como un adolescente enamorado. 

Paso siguiente, ya había logrado establecer temas de conversación con Julio César, y de alguna forma alguna pequeña confianza para poder hacer la típica pregunta sobre su opción sexual, algo que de alguna forma aún no me quedaba claro, pero quería estar muy seguro antes de seguir alimentando algunas ilusiones. Me quedó claro algunas cosas sobre él. Había pasado una semana ya desde que estábamos en el juego de buenos días, descansa, hablamos mañana, que paso en el día, las fotos de lo que hacíamos y de las cosas que veíamos; así que llegado el momento en plena conversación por teléfono, le pregunte sobre su preferencia sexual, si tenía novio, su rol, algo que para mí es muy importante, ya que había probado en ambas canchas, y la verdad que decidí quedarme solo con uno. crucé los dedos y me topé con más de una sorpresa. 

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