Así fue como nos conocimos

Sucede que quiero compartir con ustedes los últimos sucesos de mi vida y como fue que alguien llegó a mi mi vida para enseñarme lo bonito que se siente cuando existe un ser, aparte de ti mismo, que te hace sentir amado. 

A Julio César lo conozco desde hace ya más de 2 años, para ser exactos, lo conocí el 6 de diciembre del 2018; en ese entonces me había convencido de que luego de haber realizado el video de los UNV compartiendo las acciones que habíamos realizados luego de 1 mes de habernos trasladado a la ciudad de Tumbes en Perú para atender a las personas que se encontraban en situación de emergencia debido a la crisis migratoria que estaban sufriendo los venezolanos. El día 5 de diciembre, se proyecto en la sede de UNV Lima, el video especialmente porque ese día se celebra el día del Voluntario Internacional. Para esto Julio César, quien es de Piura, Perú; había postulado al puesto de UNV especialista para formadores de los Panamericanos y al igual que 31 personas más había sido seleccionado para el puesto, y ya tenían casi 3 meses de trabajo, en el cual se hizo muy amigo de Daniela , ella es prima de una gran amiga que yo conocí y con quien viví más de 6 meses en la ciudad de Tumbes. Cuando la llegué a conocer, Mónica Gonzales parecía una chica tranquila, pero resultó que era completamente alocada y se llegó a convertir en una gran amiga de confianza. 

Bueno, regresando al día 6 de diciembre del 2018 cuando a la primera hora que enciendo mis datos porque a mi me agrada dormir tranquilo y suelo desconectarme de las redes y toda notificación que pueda llegarme en las madrugadas, solo dejo el telefono con timbre, por si me llaman por alguna emergencia. Resulta que estaba una notificación de solicitud de amistad de Julio César, quien hasta ese momento era alguien indiferente para mí, no entendía porque razón, una chico tan guapo me agregaba así de la nada, sin amigos en común, pero luego verifiqué que tenía el puesto de UNV especialista en Lima; así que decidí aceptarlo y ver que ofrecía, luego de ello, baje a desayunar como de costumbre con todos en la casa; para ello vivía con Mónica, Victoria (un amor de persona y con quien me agrada conversar, porque me río mucho) y Arturo (el psicólogo designado para nuestro equipo de trabajo, quien hablaba poco, pero era muy genial cuando le daba la gana).

Mientras nos alistábamos, les comenté lo sucedido, y Mónica me dijo que ese chico era un gran amigo de su prima, así que me dio más confianza, a esto le añadieron algo, el típico sonido del "yiuuuuuuuu", algo que hacen los peruanos cuando quieren decir que le gustas o al menos le llamas la atención. Me sonrojé, no lo podía negar; pero debía de tener los pies sobre la tierra. 

Hora de subir a la movilidad, debíamos de salir camino a nuestro centro de trabajo, el CEBAF de Perú, lugar donde se realiza el control migratorio entre las fronteras de Ecuador y Perú, ya habiendo recogido a todo el equipo, que estaba conformado por 7 personas; un equipo de personas que se estaban conociendo hace menos de 1 mes con distintas personalidades y de diversas partes del Perú; compartíamos camino al trabajo lo que habíamos realizado en la noche anterior y lo que teníamos planeado para el día con el fin de abarcar a la gran población que llegaba a diario, que en promedio para esas fechas eran unas 1,500 a 1,800 personas por día.

Pero algo llamó mi atención de camino, llegó una notificación de mensaje interno de facebook, era de Julio César y lo que decía era:

Hola!

Mucho gusto.

Mi corazón latió un poco más, y no pude evitar sacar una pequeña sonrisa de esas que sientes que algo ha llegado sin pensarlo y sin considerar lo que vendría. Así fue como inició toda esta aventura, algo que se formó y tomo mucho tiempo entender que debía de compartir mi vida con Julio César, porque los dos debíamos de estar presentes en el momento adecuado para poder iniciar esta historia, no fue sencillo, pero valió la pena cada uno de los sucesos. 

Lo único que le respondí fue:

Hola.

De dónde te conozco?